Sientes enojo, infelicidad y una sensación de sofocación, como si estuvieras encerrado en una celda de la cual quisieras escapar. La llave de esa celda es la distracción, el entretenimiento del cual careces y que, muy probablemente, desconozcas.
A este estado se le denomina “Aburrimiento caliente”, según Chögyam Trungpa, un maestro de la meditación que pudo explicar de forma simple y acertada, cómo el aburrimiento nos afectaba.
El aburrimiento suele ser muy interesante cuando le prestas atención. Aceptarlo y cambiar la perspectiva que tenemos de él, nos ayuda a afrontarlo y poder salir de la celda.
Chögyam Trungpa explica cómo combatir el aburrimiento desde el interior.
Normalmente, cuando el aburrimiento es causado por un exceso de monotonía, tiende a ser más doloroso y difícil de aceptar. Pero recordemos que esto no es más que un estado temporal de no hacer nada.
Cuando comenzamos a ver el no hacer nada como un momento necesario para que nuestra mente descanse, podamos estar con nosotros mismos y también, lo empecemos a ver como algo natural, la sensación de libertad comenzará a ser más grande, nuestro enojo empezará a dispersarse y podremos encontrar placer en el simple hecho de no hacer nada.
En otras palabras, Chögyam Trungpa define a esta sensación de libertad como aburrimiento refrescante, porque es un momento en que nuestro cerebro y espíritu, logran tener un momento de descanso.
Imagina un músculo que se ejercita a diario. Ejercitarlo implica calentarlo y si no le damos descanso lo que sucede es un recalentamiento muscular.
El cerebro funciona del mismo modo: Nuestra mente está en constante trabajo y cuando no tenemos nada que hacer, esa sensación de buscar una distracción nos sofoca, porque nuestra mente, inconscientemente cree que no se está ejercitando.
Es ahí cuando empieza a sofocarse, a entrar en esa celda donde se encierra a si misma para reclamar la llave, y esa llave es la distracción.
La meditación como la vía perfecta para entender el aburrimiento.
Según Chögyam Trungpa, la meditación es una forma ideal para que nuestro aburrimiento no sea tortuoso.
La razón es simple, y es que, al meditar, lo que hacemos es entrenar a nuestra mente para que se sienta bien cuando no se hace nada. La meditación va mucho más allá, pero hablando estrictamente del aburrimiento, es así como la consciencia plena nos ayuda.
Así que, la próxima vez que empieces a sucumbir en esa sensación de ahogo, de que necesitas hacer algo para que te sientas útil o que tu tiempo está valiendo la pena, mejor respira profundo, medita y solo disfruta el descanso, porque el resto de la semana tu cerebro lo necesitará.
Y finalmente, no pienses que la distracción es la clave para lidiar con el aburrimiento. La distracción, de hecho, es un intensificador del malestar en el estado del no hacer nada.
Cuando no le damos al cerebro ese descanso tan necesitado, la distracción termina haciéndonos más daño a largo plazo a pesar de darnos una sensación de alivio por un momento breve.
Aprende a botar la llave cuando estés aburrido y deja que las paredes de tu celda desaparezcan por sí solas, aceptando que no hacer nada está bien, es necesario y que puedes en ese momento, solo respirar y pensar en el momento presente, sin preocupaciones por el futuro y sin remordimientos por el pasado, solo así podrás salir del aburrimiento.
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